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La artritis es una enfermedad de las articulaciones y una de las principales causas de discapacidad. Esta dolencia común causa inflamación, lo que resulta en dolor y rigidez que tiende a empeorar con la edad. La artritis es una de las enfermedades conocidas más antiguas. Se ha descubierto en los restos de personas que vivieron hace más de 500.000 años. Incluso los perros, gatos y otros animales desarrollan artritis. La artritis es más complicada y variada de lo que la mayoría de la gente cree. Hay muchas formas que afectan a las personas de diferentes maneras. El denominador común es la inflamación y rigidez de las articulaciones.
Los tipos de artritis más prevalentes son la osteoartritis (OA) y la artritis reumatoide (AR). La OA es una enfermedad articular degenerativa y dolorosa, que generalmente afecta las rodillas, las caderas, las manos, el cuello o la espalda. La AR es una enfermedad autoinmune en la que el propio sistema inmunológico del cuerpo falla y ataca por error las articulaciones. La causa de esto no se comprende completamente, pero la evidencia indica que están involucrados genes, hormonas y factores ambientales. Si no se controla, la AR puede dañar tanto el cartílago como los huesos. Una pérdida de cartílago reducirá el espacio entre los huesos. Las articulaciones se aflojan, se vuelven inestables, inmóviles, deformadas y dolorosas.
La artritis puede comprometer significativamente la calidad de vida e incluso aumentar el riesgo de muerte prematura. Si bien muchas personas ignoran sus dolores y rigidez, es vital diagnosticar con precisión la artritis lo antes posible. Esto ayudará a controlar la enfermedad y mejorará los resultados. Los medicamentos, la cirugía y otros tratamientos para la artritis generalmente reducirán la inflamación, aliviarán los síntomas, evitarán el daño articular irreversible y mejorarán el bienestar.
