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Todo Sobre La Cafeína
Datos sobre la cafeína:
La cafeína es un estimulante natural que se encuentra en más de 60 especies de plantas diferentes, desde el cacao y los granos de café hasta las nueces de cola y las hojas de té. Con miles de millones de tazas de café, té y refrescos consumidos cada año, el mundo está conectado con la cafeína. Las primeras civilizaciones descubrieron que las plantas que contienen cafeína tenían efectos estimulantes. Algunos consideraron estas plantas como sagradas. El comercio masivo de té y café a lo largo de los siglos condujo a la demanda mundial de cafeína. Si es dañino, útil o ambos es un tema de gran debate.
Los beneficios de la cafeína incluyen una mayor productividad y ayudan a memorizar y recuperar información. La cafeína también puede reducir la inflamación y ayudar a bloquear la percepción del dolor. Algunos estudios han demostrado que la cafeína puede retrasar el deterioro de la memoria en los ancianos. La razón principal por la que la gente consume cafeína es por sus efectos estimulantes. En el lado negativo, la cafeína puede causar dificultad para dormir, nerviosismo, aumento de la frecuencia cardíaca, presión arterial alta, ansiedad y náuseas. Muchos están dispuestos a arriesgar estos aspectos negativos por una mayor vigilia y alerta. Pero trate de limitarse a 400 mg de cafeína por día, o alrededor de dos a tres 8 oz. tazas de café.
La molécula de cafeína se parece mucho a una molécula celular llamada adenosina, que le indica al cerebro que ralentice al cuerpo. La adenosina se une a los receptores neurales y reduce la actividad de las neuronas, dilatando los vasos sanguíneos y provocando somnolencia. Debido a su estructura similar, la cafeína bloquea los receptores de adenosina, esencialmente engañando a su cerebro para que piense que es adenosina. El resultado es que la cafeína acelera las células nerviosas y hace que los vasos sanguíneos del cerebro se contraigan.
La cafeína puede ser adictiva y sus efectos dependen del tamaño de su cuerpo y de su consumo de cafeína. Los bebedores diarios de café y té tienen una química neuronal alterada. Cuando bebe más cafeína, sus neuronas desarrollan más receptores de adenosina, por lo que se necesita más cafeína para bloquear los receptores y lograr el efecto de vigilia. Debido a que la cafeína es adictiva, si la reduce, puede sufrir abstinencia. Podría tomar dos semanas dejar el hábito, que es el tiempo que tardan los receptores de adenosina en restablecerse a los niveles iniciales.
